Esta escalera ya estaba cuando llegamos... El pasamanos era el clásico de columnas torneadas y balaustres instalados con pasamanos y zanquín.

A los clientes no les gustaba esa apariencia tan clásica. Nuestra propuesta:

• Eliminar todos los balaustres.
• Dejar las colmunas cuadradas.
• Instalar nuevos  zanquines sobre las zancas.
• Sustituir los pasamanos por cistal.
• Lacar toda la escalera a excepción de los pasos.

Lacar en obra siempre es dificultoso y nunca va a quedar como si el trabajo se hubiese fabricado de nuevo. 

Pero un cambio de apariencia tan radical compensa ese acabado no tan perfeto como el que conseguimos cuando elaboramos todo de nuevo y lacamos en cabina.